Europa ha dado un paso histórico al lanzar su primera misión de defensa interplanetaria, conocida como Hera. Este proyecto, que lleva el nombre de la diosa griega, despegó desde la emblemática base de Cabo Cañaveral a bordo de un cohete de SpaceX. La misión tiene como objetivo demostrar que la humanidad está preparada para enfrentar la potencial amenaza de un asteroide.
Hera ha comenzado su viaje de dos años hacia los asteroides Dídimo y Dimorfos, ubicados a más de 11 millones de kilómetros de la Tierra. Estas enormes rocas espaciales, más grandes que la Torre Eiffel y el Burj Khalifa, fueron impactadas por la misión DART de la NASA, la primera de su tipo destinada a desviar la órbita de un asteroide. Ahora, Hera se acercará a estos asteroides para entender el impacto real del golpe, desentrañar su estructura interna y encontrar sus puntos débiles.
El viaje de Hera comenzó con su despegue y ahora se enfrenta a un mes de maniobras espaciales para desplegar su instrumental y poner rumbo a los asteroides. Esta etapa será monitorizada por una red de antenas en España, Alemania, Australia y Estados Unidos. Entre ellas, destacan las del Centro de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid, que guiará las primeras horas de la sonda en el espacio.
Un aspecto crucial de la misión es el sistema de navegación, guiado y control, desarrollado en España. Este sistema, similar a un “piloto automático”, permitirá a Hera orientarse en el espacio y actuar de forma autónoma. Podrá corregir su trayectoria y esquivar obstáculos potenciales durante su viaje. Según el ingeniero Pablo Colmenarejo, este sistema es capaz de detectar colisiones y realizar maniobras de corrección de manera autónoma.
Imagen: ESA