Encontrar al inquilino adecuado es una preocupación central para muchos propietarios que deciden poner sus viviendas en alquiler. Esta decisión va más allá de simplemente encontrar a alguien que pueda pagar el alquiler; se trata de confiar su propiedad a otra persona, esperando que la cuide y respete tanto como lo haría el propio dueño. Las experiencias negativas, como los atrasos en el pago del alquiler, las reformas no autorizadas y los conflictos con las normas de convivencia, son algunos de los temores a los que se enfrentan los caseros.
Sin embargo, hay propietarios que traspasan los límites y exigen a los interesados en entrar a vivir en el inmueble una serie de documentos que no es legal solicitar. En muchas ocasiones, los arrendatarios desconocen qué se puede pedir y qué no y ante el miedo de que les quiten el piso y no conseguir firmar el contrato de alquiler, acceden. Por ello, es preciso echar un vistazo a lo que establece la Ley de Protección de Datos.
Datos que se pueden pedir según la Ley de Protección de Datos
La Ley de Protección de Datos (RGPD) establece directrices claras sobre los datos personales que se pueden solicitar a los inquilinos durante el proceso de selección y formalización del contrato de alquiler. Estas normativas tienen como objetivo proteger la privacidad y los derechos de los individuos, asegurando que los propietarios e inmobiliarias manejen la información de manera ética y legal.
El artículo 6.1 de la RGPD especifica que se pueden pedir los datos personales necesarios para redactar el contrato de alquiler. Entre estos datos se incluyen: nombre completo, dirección, DNI o pasaporte, correo electrónico y número de cuenta bancaria. Esta información es fundamental para la formalización del contrato y el propietario tiene el derecho de solicitarlos para garantizar que se cumplan las condiciones del arrendamiento.
La RGPD permite que los datos del inquilino se compartan con las compañías suministradoras de agua, luz y gas sin necesidad de su consentimiento explícito, siempre y cuando él sea el responsable del pago de estos servicios. Para cualquier otra información personal que no esté contemplada en esta normativa, se requiere la autorización explícita del arrendatario. Asimismo, es obligatorio que los dueños informen a los interesados sobre el uso y tratamiento que se hará de sus datos personales.
Otros datos que los propietarios pueden solicitar
Para asegurarse de elegir a un buen inquilino y evitar futuros problemas como el impago de la renta, los propietarios suelen solicitar una serie de documentos complementarios que les permitan evaluar la solvencia y responsabilidad de los posibles arrendatarios. Estos pueden incluir: tres últimas nóminas, última declaración de la renta, contrato de trabajo, informe de vida laboral y aval bancario.
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