La presentación de resultados de Grifols para 2023 resultó en una jornada negra para la compañía. Los números del pasado año mostraron un descenso del 71,5% en beneficios, lo que llevó a una caída del 34,93% en el valor de la acción. Además, la falta de auditoría y la relación viciada con Scranton generaron más dudas. A pesar de anunciar la venta de una filial china y posibles desinversiones, los mercados no se calmaron. El presidente ejecutivo, Thomas Glanzmann, anunció su retiro para 2025 en un intento de mejorar la gobernanza.
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