Great Wall Motors, uno de los gigantes industriales chinos, ha decidido cerrar su sede europea en Múnich, Alemania, a partir del 31 de agosto de 2024. Esta decisión afectará a 100 empleados y se debe a las difíciles condiciones del mercado europeo de coches eléctricos, así como a la amenaza de aranceles punitivos por parte de la Unión Europea. A pesar de esta retirada, la empresa continuará vendiendo sus coches eléctricos e híbridos enchufables en los mercados europeos donde ya opera, como Alemania, Reino Unido, Suecia, Irlanda, Países Bálticos y Bulgaria.
La empresa tenía planes de expandirse a once países europeos, incluyendo Suiza, Austria, Francia, España e Italia, pero estos han sido cancelados. La competencia feroz y la guerra de precios en China han afectado negativamente los márgenes de la empresa, lo que ha llevado a esta decisión. Great Wall Motors cuenta con cinco marcas: Wey, Haval, Ora, Great Wall Pick-up Truck y Tank, pero ninguna de ellas está entre las más vendidas en China.
En 2023, Great Wall Motors fabricó 1,2 millones de coches, de los cuales solo 262.000 eran eléctricos o PHEV, una cifra insignificante en comparación con otros fabricantes como BYD. Además, la empresa conjunta con BMW para la fabricación del MINI eléctrico finalizará en 2026, lo que también ha influido en la decisión de cerrar la sede europea. La diferencia cultural entre las empresas chinas y europeas también ha sido un factor determinante, con varios empleados describiendo un ambiente de trabajo tóxico en la sede de Múnich.
El mercado europeo sigue siendo un desafío para las marcas chinas, que necesitan recursos sólidos para mantenerse a largo plazo. A pesar de las dificultades, algunas marcas como BYD y Smart están logrando aumentar sus ventas en Europa, aunque con un posicionamiento de precios muy diferente al de MG.
Imagen: Motorpasión
