Las freidoras de aire se han convertido en un electrodoméstico esencial en muchas cocinas. Su popularidad se debe a su facilidad de uso y a la posibilidad de preparar platos saludables con poco aceite. Sin embargo, es importante conocer su consumo energético para evitar sorpresas en la factura de la luz.
Una freidora de aire con una potencia de 1.500 W, ideal para familias de cuatro personas, consume aproximadamente 53 céntimos por hora. Por otro lado, un modelo más potente de 2.100 W puede llegar a consumir 71 céntimos. A pesar de que en general su uso es más económico que otros métodos de cocción, es fundamental evitar malas prácticas que incrementen el gasto energético.
Uno de los errores más comunes es seleccionar un tipo de cocinado incorrecto. Las freidoras de aire cuentan con botones preestablecidos para diferentes alimentos, lo que facilita su uso. Además, no es recomendable precalentar el aparato, ya que no funciona como un horno convencional. Cada programa tiene un tiempo específico que no requiere esta fase previa.
Otro aspecto a considerar es la cantidad de comida que se coloca en el cajón. Si se utiliza muy poco espacio, se desaprovecha el uso del electrodoméstico. Por el contrario, si se llena demasiado, los alimentos pueden no cocinarse adecuadamente, lo que obligaría a repetir el proceso y, por ende, aumentar el consumo energético.
Un uso adecuado de la freidora de aire no debería suponer un gran aumento en la factura de la luz. Además, los beneficios para la salud son notables, ya que este método de cocción reduce la cantidad de componentes poco saludables en los alimentos, especialmente en los fritos.
Imagen: Business Insider