El deterioro cognitivo puede comenzar años antes de que aparezcan los primeros signos de demencia, que para algunos puede ocurrir tan rápido como a los 30 años. Un nuevo estudio encontró que muchos de los mismos factores de riesgo pueden contribuir a la demencia temprana, como el tabaquismo, la prediabetes y la diabetes, la obesidad, la hipertensión, la depresión, el aislamiento social y la pérdida de audición. Además, estar socialmente aislado, vivir con pérdida auditiva y niveles bajos de vitamina D fueron factores de riesgo clave para desarrollar demencia de inicio temprano. Tener niveles más altos de proteína C reactiva, que indica una infección o inflamación en el cuerpo, también se vinculó con un mayor riesgo de demencia de aparición temprana, pero únicamente en las mujeres. Tener dos copias del gen APOE4, el estatus socioeconómico y la capacidad para obtener educación superior también fueron factores de riesgo. Para reducir el riesgo de demencia de inicio temprano, se recomienda no fumar, mantener una dieta saludable, aprender cosas nuevas, mantenerse socialmente activo y hacer ejercicio regularmente. Además, es importante realizar chequeos médicos regulares y controlar los niveles de vitamina D, la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre, así como buscar tratamiento para la pérdida auditiva cuando sea necesario.
Publicación anterior
Consejo de Ministros aprueba prórroga del ‘escudo social’ para combatir inflación y crisis energética
Entrada publicación