La tensión entre Europa y China sigue en aumento tras la decisión de Bruselas de abrir una investigación antidumping contra los coches chinos en septiembre de 2023. La Unión Europea (UE) planea imponer aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos, lo que podría desencadenar una guerra comercial con Pekín. Esta medida se espera que sea notificada esta semana, tras una investigación sobre las subvenciones estatales chinas a la fabricación de automóviles.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya advirtió al presidente chino, Xi Jinping, que Europa no vacilará en proteger sus industrias y empleo. Sin embargo, los expertos indican que China podría tomar represalias afectando a exportaciones europeas como el coñac y productos lácteos. Pekín considera los aranceles como una prueba de fuerza, ya que el sector del coche eléctrico es clave para su éxito exportador.
En caso de que la investigación concluya que los fabricantes chinos han obtenido una ventaja competitiva, China recibirá una notificación formal de los aranceles y tendrá cuatro semanas para refutar el caso europeo. La decisión final sobre los aranceles deberá ser respaldada por los Estados miembros en noviembre. Los aranceles podrían variar entre el 15% y el 30%, aunque algunos expertos sugieren que tarifas del 40-50% serían necesarias para disuadir a los exportadores chinos.
El Gobierno chino insiste en que no subvenciona su sector automovilístico y que sus exportaciones ayudan a los países occidentales a alcanzar sus objetivos ecológicos. Durante una gira por España y Portugal, el ministro de Comercio, Wang Wentao, pidió a la UE que abandonara el proteccionismo y volviera al diálogo y la cooperación.
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