El Parlamento Europeo ha aprobado el marco Prüm II, que permite a las policías de los distintos países acceder a bases de datos de datos biométricos, incluyendo imágenes faciales. Esto crea la infraestructura de vigilancia biométrica más grande del mundo. Sin embargo, este sistema plantea preocupaciones sobre la privacidad de los ciudadanos y la falta de garantías en la coincidencia de perfiles devueltos por el reconocimiento facial. A pesar de las críticas, España está a favor del uso extendido del reconocimiento facial, mientras que otros países pueden verse influenciados a adoptarlo para estar al mismo nivel que sus vecinos.
Imagen: Parker Coffman