En un reciente vuelo de Alaska Airlines de San Diego a Virginia, un pasajero llamado Nathan Jones intentó varias veces abrir la puerta de la cabina, lo que obligó a la tripulación a tomar medidas extremas para mantener la seguridad. La situación culminó con Jones siendo restringido y posteriormente enfrentando cargos federales por interferencia. En su equipaje se hallaron indicios de su interés en la aviación, mientras que su comportamiento ha levantado serias dudas sobre su estado mental. Este incidente resalta la creciente preocupación por la seguridad en los vuelos y el bienestar psicológico de los pasajeros, en un momento en que las aerolíneas están cada vez más vigilantes ante comportamientos disruptivos.
Imagen: CNN