Estados Unidos ha aumentado los aranceles a los coches eléctricos chinos al 100%, el cuádruple de lo que era anteriormente. Esta medida no ha sido una sorpresa, ya que el presidente Trump ya había advertido sobre este porcentaje. Además, los fabricantes chinos también se enfrentaban a un arancel del 25% y quedaban excluidos de los subsidios por no producir en el país, México o Canadá. Aunque las ventas de coches chinos en Estados Unidos eran mínimas, esta medida dificulta aún más su entrada en el mercado.
Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos han llevado a esta imposición arancelaria, que actúa como una disuasión para que los fabricantes chinos entren en el mercado estadounidense. Si deciden producir en México, podrían beneficiarse de los acuerdos comerciales de América del Norte, pero no hay garantías de que las reglas no cambien en un clima político tan hostil. Además, los fabricantes chinos también tendrían que lidiar con la percepción negativa y la preocupación por la calidad y seguridad de sus coches en Estados Unidos.
A pesar de este obstáculo, las marcas chinas siguen ganando terreno en la industria automotriz global. En China, varias marcas chinas ocupan los primeros puestos de ventas de coches eléctricos. BYD incluso superó a Tesla como el mayor vendedor de coches eléctricos en 2023. Aunque Estados Unidos no quiere que los coches eléctricos chinos conquisten su mercado, China sigue avanzando en la industria automotriz a nivel mundial.
Imagen: Xataka con Midjourney