Estados Unidos ha decidido tomar medidas extremas en su guerra comercial con China, imponiendo aranceles del 100% a los coches eléctricos chinos. Esta medida tiene como objetivo proteger la industria automotriz estadounidense y evitar que el mercado se vea inundado por los vehículos chinos. Además, también se han aumentado los aranceles para las baterías, paneles solares y minerales chinos. La administración Biden considera que esta medida es proporcional al exceso de capacidad de China en el sector de los coches eléctricos. Aunque el coche eléctrico chino ya había paralizado sus ventas en Estados Unidos debido a los altos aranceles impuestos por la administración Trump, esta medida asegura que no haya amenazas futuras. Sin embargo, en el mercado actual de Estados Unidos, los coches eléctricos chinos no tienen una presencia significativa, ya que marcas como Tesla, Chevrolet, Ford y Volkswagen encabezan las ventas. La administración Biden sostiene que estos aranceles no tendrán un impacto inflacionario significativo, ya que solo afectan a un sector específico de la economía.
Imagen: Xataka y Juan Domenech