España se encuentra cada vez más cerca de alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), que establece un 81% de generación eléctrica renovable para 2030. Un reciente informe de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) revela que, durante 12 meses consecutivos, el país ha superado el 50% de generación eléctrica renovable. Este hito ha sido impulsado principalmente por la energía solar, que representa el 22,3%, y la energía hidroeléctrica, que ha alcanzado un notable 67,5% gracias a un año más lluvioso de lo esperado.
Desde octubre del año pasado, la generación de energía renovable no ha bajado del 50%. Los meses con mayor producción, superando el 60%, coinciden con los equinoccios. Este aumento en la producción de energía renovable se debe en gran parte a las lluvias, que han beneficiado a las plantas hidroeléctricas. En comparación, las energías no renovables han mostrado un comportamiento inverso, alcanzando cuotas superiores al 40% en invierno y verano.
En el último mes, las energías renovables produjeron un 53,1%, mientras que las no renovables se quedaron en un 47,3%. A pesar de las previsiones de sequía, el recurso hídrico ha sido abundante, lo que ha permitido que las hidroeléctricas generen un 67,5% de energía renovable. Además, se están considerando nuevos proyectos de construcción de hidroeléctricas, incluso en áreas con recursos hídricos limitados.
La inversión en energías renovables ha crecido significativamente en el último año. En la primera mitad de 2024, se autorizaron cerca de 9.500 MW de capacidad renovable, especialmente en regiones como Aragón y Castilla y León. Sin embargo, este crecimiento también ha enfrentado desafíos, como la ocupación de zonas protegidas y la descompensación territorial, que complican el principio de solidaridad energética.
España se posiciona firmemente en el modelo de energías renovables, y la compensación de las hidroeléctricas marca un cambio significativo en la instalación de estas fuentes de energía.
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