El verano trae consigo calor, piscina y playa, y con ello, la eterna pregunta: ¿podemos conducir con chanclas? La respuesta no es tan sencilla. La Guardia Civil ha abordado este tema en un vídeo en Instagram, donde aclara que, en principio, sí se puede conducir con chanclas, pero con ciertas reservas.
Según un agente de la Guardia Civil, el uso de chanclas es permitido siempre que no interfiera en la conducción y no ponga en riesgo la seguridad. Si se considera que el calzado puede provocar un accidente, entonces sí sería motivo de sanción. Esta ambigüedad se basa en el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación, que establece que el conductor debe mantener su libertad de movimientos y atención a la conducción.
La normativa es lo suficientemente laxa como para permitir que un agente imponga una infracción leve, que conlleva una multa de 100 euros, si considera que el uso de chanclas compromete la seguridad al volante. Esta misma regla se aplica a otras distracciones, como cambiar la radio o comer mientras se conduce.
Por lo tanto, aunque conducir con chanclas es legal, no se recomienda. Lo más prudente es llevar un par de zapatillas en el maletero y cambiárselas antes de conducir. Esto no solo evita posibles multas, sino que también garantiza una mayor seguridad al volante. Las chanclas pueden deslizarnos los pies y quedar atrapadas en los pedales, lo que podría resultar en un accidente grave.
En resumen, la Guardia Civil permite conducir con chanclas, pero siempre que no afecte la seguridad. La mejor opción es optar por un calzado más seguro para evitar riesgos innecesarios.
Imagen: Rainier Ridao