Las aplicaciones que avisan de radares móviles y controles policiales han estado en el punto de mira de la DGT durante años. Sin embargo, la diferencia entre detectores de radar, inhibidores y avisadores no siempre está clara para Tráfico. Avisar de la ubicación exacta de un radar es legal, ya que es información pública difundida por la DGT. El problema surge cuando los usuarios de apps como Waze o SocialDrive informan sobre controles policiales, lo que puede poner en riesgo la seguridad colectiva.
En Galicia, se han impuesto sanciones a empresas que gestionan grupos de WhatsApp donde se alerta de la presencia policial. Aunque usar estas aplicaciones no está prohibido, la línea entre Tráfico y Seguridad Ciudadana es difusa. Según Faro de Vigo, se han impuesto sanciones a una empresa española y a un particular en A Coruña por gestionar grupos de WhatsApp con más de 15,000 usuarios que alertaban sobre la presencia policial.
La Ley de Seguridad Ciudadana, en su artículo 36.23, considera infracción grave el uso no autorizado de imágenes o datos personales de autoridades que puedan poner en peligro la seguridad de los agentes o el éxito de una operación. La DGT quiere abordar jurídicamente el uso de estas apps, primero persiguiendo a las empresas y administradores de grupos, y luego a los usuarios. Avisar de un control policial puede convertirte en colaborador de un posible delito, dando un salvoconducto a un delincuente que huye de la Policía.
En 2022, la nueva ley de Tráfico endureció la normativa sobre el uso de detectores de radar, considerándolos una infracción grave aunque no se estén usando. Los inhibidores, que bloquean la señal del radar, están prohibidos y su uso se sanciona con 6,000 euros y la resta de seis puntos del carnet. La DGT publica la ubicación de los radares fijos, pero no la de los radares móviles, solo los puntos kilométricos susceptibles de ser controlados.
Imagen: Guardia Civil/X.