La Comisión de Defensa del Congreso ha aprobado una Proposición No de Ley (PNL) que busca equiparar las retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas con las de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esta medida ha generado un intenso debate político, evidenciando las diferencias dentro del Gobierno de coalición. Mientras el PSOE se abstuvo, Sumar votó a favor, y la propuesta recibió el respaldo del Partido Popular y Vox, mientras que Bildu se opuso.
La iniciativa, presentada por Alberto Catalán del Unión del Pueblo Navarro (UPN), busca corregir la disparidad salarial entre militares y cuerpos de seguridad como la Policía Nacional y la Guardia Civil. Se insta al Gobierno a realizar una mejora urgente del salario de los miembros de las Fuerzas Armadas, considerando su disponibilidad, penosidad y peligrosidad.
El salario promedio de un agente de la Policía Nacional es de aproximadamente 25.000 euros brutos anuales, mientras que el de un guardia civil es de 21.000 euros. En contraste, las retribuciones de las Fuerzas Armadas han sido criticadas por su desactualización, lo que ha llevado a asociaciones militares a exigir un aumento de 800 euros mensuales para alcanzar la equiparación con la Guardia Civil.
Esta demanda no solo se basa en la justicia comparativa, sino también en la situación económica de los militares, muchos de los cuales deben buscar empleos adicionales para complementar sus ingresos. La fuga de talento es un problema creciente, ya que cuadros de mando capacitados optan por mejores condiciones laborales en otros sectores.
La propuesta de equiparación salarial plantea desafíos, como el coste significativo que implicaría para las arcas públicas. Sin embargo, podría tener un impacto positivo en la moral y la retención de personal dentro de las Fuerzas Armadas, que han enfrentado dificultades para mantener efectivos debido a las mejores condiciones en otros sectores.
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