La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha destacado la prevalencia de enfermedades neurológicas como migraña, epilepsia, esclerosis múltiple y miastenia gravis en mujeres en edad reproductiva. Además, el riesgo de padecer ictus, trombosis venosa cerebral y síndrome de piernas inquietas aumenta durante el embarazo.
El manual de la SEN, ‘Neurología y Mujer’, subraya la importancia de identificar precozmente estos riesgos para proteger la salud femenina. Durante el embarazo, los cambios fisiológicos y patológicos incrementan la predisposición a enfermedades neurológicas, siendo el ictus una de las más devastadoras.
Las mujeres gestantes y en puerperio tienen un mayor riesgo de ictus isquémico, hemorrágico y trombosis venosa cerebral, con una incidencia tres veces mayor que en mujeres no gestantes. Las trombosis venosas cerebrales representan el 15-20% de los casos anuales, y el uso de anticonceptivos hormonales es un factor de riesgo significativo en mujeres jóvenes.
En mujeres embarazadas, los ictus hemorrágicos suponen el 50% de los casos, frente al 15% en la población general. Por cada 100.000 embarazos, se producen 35 casos de ictus isquémicos, con un aumento debido al retraso en la maternidad y la obesidad. Los factores de riesgo incluyen tabaquismo, migraña, cardiomiopatía, hipercoagulabilidad, edad avanzada, hipertensión gestacional y complicaciones del embarazo.
La hipertensión gestacional afecta a una de cada diez embarazadas y predispone a enfermedades vasculares hasta 17 años después del parto. Los trastornos del sueño, como el insomnio y el síndrome de piernas inquietas, son comunes durante el embarazo, afectando hasta al 80% de las mujeres en el tercer trimestre.
Las fluctuaciones hormonales también influyen en la frecuencia de crisis epilépticas, y la planificación del embarazo es crucial para mujeres con epilepsia, ya que la falta de planificación puede llevar a complicaciones como parto prematuro y bajo peso al nacer.
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