Elon Musk ha demostrado una clara inclinación hacia el conservadurismo en su estrategia empresarial. Desde su apoyo a Donald Trump, pasando por Jair Bolsonaro en Brasil y Javier Milei en Argentina, Musk ha buscado alianzas políticas que beneficien a sus empresas. En 2019, obtuvo exenciones arancelarias de Trump para Tesla, y más recientemente, ha mostrado interés en el litio argentino, esencial para las baterías de coches eléctricos. Milei ha facilitado a Tesla recortes fiscales y beneficios regulatorios, asegurando el suministro de este valioso recurso.
Además, Musk ha fortalecido sus lazos con Narendra Modi en India, logrando una reducción significativa de aranceles para sus coches eléctricos. En Brasil, Bolsonaro abrió el mercado para el servicio de internet por satélite de SpaceX, Starlink. También ha encontrado un aliado en Recep Tayyip Erdogan de Turquía, mientras que en China, Musk ha sido pionero en el mercado de vehículos eléctricos gracias a leyes favorables.
El multimillonario no solo se ha centrado en la industria automotriz. SpaceX ha asegurado contratos con la NASA para desarrollar su sistema de aterrizaje tripulado Starship, y The Boring Company ha obtenido contratos importantes en Las Vegas y Chicago. La compra de Twitter ha sido otra pieza clave en su estrategia, utilizando la plataforma para amplificar sus ideas y moldearla a su favor.
Musk ha advertido a sus accionistas que necesita un mayor control sobre sus empresas para continuar desarrollando tecnologías avanzadas como la IA y la robótica. Su habilidad para alinear sus intereses empresariales con gobiernos conservadores le ha permitido obtener miles de millones en beneficios y consolidar su posición en el mercado global.
Imagen: Motorpasión
