Elon Musk ha conseguido el respaldo de los inversores de Tesla para recibir un bono valorado en 45.000 millones de dólares, el mayor en la historia para un ejecutivo. La votación también aprobó el traslado de la sede legal de la empresa de Delaware a Texas, un destino popular para millonarios y grandes empresas. Este movimiento busca un entorno legal más favorable en caso de disputas futuras.
La votación es un espaldarazo significativo para Musk, especialmente después de que una jueza invalidara su paquete retributivo en enero por falta de información adecuada a los accionistas. Musk hizo una campaña agresiva, apelando a los pequeños inversores, y celebró efusivamente el resultado en la gigafactoria de Austin, Texas.
El paquete de compensación incluye opciones sobre acciones vinculadas a objetivos de capitalización y está valorado en unos 45.000 millones de dólares tras las recientes caídas en la cotización. A pesar de la oposición de grandes fondos como el sistema de pensiones de los funcionarios de California, Musk logró imponerse.
Sin embargo, la última palabra la tendrá la justicia. La jueza de Delaware que anuló el plan debe decidir si permite su reimplantación tras el apoyo de los inversores. Es probable que sigan las demandas de los accionistas, preocupados por el tiempo que Musk dedica a Tesla en comparación con sus otros negocios como X, SpaceX o Neuralink.
En la misma votación, los accionistas también aprobaron reducir el mandato de los consejeros a un año y exigir mayoría simple en las votaciones. No obstante, otras propuestas para mejorar las prácticas ambientales, sociales y de gobernanza en Tesla no salieron adelante.
El respaldo a la retribución de Musk manifiesta su enorme influencia sobre los accionistas de Tesla, especialmente los minoristas. Pero la polémica está lejos de cerrarse, y el futuro probablemente deparará más litigios. El cambio de sede es un anticipo de que Tesla se está preparando para plantar batalla.
Imagen: Xataka con Midjourney
