La esvástica, un símbolo antiguo que ha sido utilizado durante miles de años, tiene un significado original de buena fortuna en culturas como el hinduismo, budismo y jainismo. Sin embargo, su asociación con el Holocausto y el nazismo ha llevado a que sea considerada un símbolo de odio en la cultura occidental. A pesar de esto, la esvástica sigue siendo un símbolo sagrado para millones de personas en Oriente. En el budismo, representa los pies de Buda y se utiliza para denotar pluralidad, abundancia y prosperidad. En el hinduismo, se utiliza en puertas, umbrales y ofrendas, y representa opuestos como la luz y la oscuridad. A lo largo de la historia, la esvástica ha sido utilizada en diferentes culturas y contextos, como en el arte cristiano y bizantino temprano, en América del Sur y Central entre los mayas, y en América del Norte entre el pueblo navajo. Aunque su significado original es positivo, grupos racistas retomaron la esvástica como símbolo de identidad aria y orgullo nacionalista. El partido nazi adoptó la esvástica como símbolo en 1920, y para 1935 se convirtió en símbolo de la bandera nacional de Alemania. A pesar de su historia compleja, la esvástica sigue siendo un símbolo con múltiples significados y su prohibición sigue siendo objeto de debate en algunos países.