El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha declarado improcedente el despido de una trabajadora que había mentido en su Currículum Vitae (CV). La empresa descubrió la falsedad tras solicitar a sus empleados sus informes de vida laboral para acceder a una oferta interna de un puesto indefinido. Sin embargo, la sentencia señala que la empresa hizo un uso indebido de los datos personales proporcionados.
La trabajadora solicitaba una indemnización de 35.013 euros, equivalente a un año de salario, pero la Sala la consideró desproporcionada y la fijó en 3.000 euros por daños morales. La empleada llevaba menos de dos años en la empresa con un contrato temporal. La empresa puede optar por abonarle esta cantidad o readmitirla en su puesto, pagándole los salarios no percibidos desde la fecha del despido hasta la notificación de la sentencia.
La empresa pidió en marzo de 2022 que los trabajadores aportaran sus informes de vida laboral para participar en procesos de selección internos. La mujer aportó el informe voluntariamente, y la empresa descubrió que había mentido en su CV. Tres meses después, fue despedida por una transgresión grave de la buena fe contractual.
El TSJ de Castilla y León determinó que la empresa hizo un uso indebido de los datos aportados y que el despido fue improcedente por prescripción, ya que se superó el plazo legal de 60 días para la prescripción de faltas muy graves. La resolución también destacó la falta de diligencia y rigor empresarial en el proceso de contratación y despido.
En un despido improcedente, la justificación de la empresa no es suficiente o no cumple con los requisitos legales. En un despido nulo, se infringen derechos fundamentales del trabajador. Las consecuencias varían: en un despido improcedente, la empresa debe optar entre readmitir al trabajador o indemnizarlo; en un despido nulo, se exige la readmisión inmediata y el pago de los salarios dejados de percibir.
Imagen: infobae
