Cada año, varios millones de burros son robados y sacrificados para utilizar sus restos en la medicina tradicional en África y otras partes del mundo. La demanda de un remedio tradicional chino elaborado con gelatina de piel de burro está impulsando este comercio. La organización Donkey Sanctuary estima que se sacrifican al menos 5,9 millones de burros al año para abastecer esta demanda. Además de la crueldad hacia los animales, esta industria afecta a las comunidades rurales que dependen de los burros para su sustento. Las mujeres y las niñas son las más afectadas cuando se roba un animal, ya que deben asumir su trabajo. Recientemente, los gobiernos africanos han decidido prohibir la matanza y exportación de burros. Sin embargo, el problema podría trasladarse a otras partes del mundo, ya que China ha experimentado una fuerte disminución en la población de burros y las empresas chinas han establecido mataderos en África, América del Sur y Asia. Detrás de esta situación hay un gran negocio, ya que el valor del mercado de ejiao en China ha aumentado significativamente en los últimos años.
Imagen: The Donkey Sanctuary