El terrorismo dejó más de 8.350 muertos en todo el mundo en 2023, lo que supone un aumento del 22% con respecto al año anterior. Aunque hubo menos ataques, estos fueron más mortíferos. El informe destaca el ataque de Hamás en Israel como uno de los más letales. Pakistán registró el mayor número de ataques terroristas. El Estado Islámico sigue siendo el grupo más mortífero, pero su número de víctimas ha disminuido. Burkina Faso es el país más castigado, seguido de cerca por otros países del Sahel. Afganistán e Irak han experimentado una mejora en la situación, mientras que el terrorismo en Occidente ha alcanzado su nivel más bajo en 15 años. A pesar de esto, el informe señala que el terrorismo no es la forma de violencia más mortífera, pero su impacto emocional y psicológico puede tener repercusiones significativas a nivel social y geopolítico.
Imagen: Confidencial Digital