Un estudio de la Universidad del Sur de Australia revela que el teletrabajo tiene un impacto positivo en la calidad de vida de las personas. Durante la pandemia, se observó que aquellos que trabajaban desde casa dormían más y bebían más alcohol. Sin embargo, en general, el trabajo remoto demostró ser beneficioso para la salud física y mental de los trabajadores. Además, el teletrabajo reduce las horas de transporte, lo que se traduce en una mejor salud mental. También se encontró que las personas que teletrabajan tienen más tiempo libre y dedican más tiempo al ocio y a actividades físicas. En cuanto a la productividad, aunque hay opiniones encontradas, el estudio concluye que el rendimiento laboral y la productividad se mantienen estables o mejoran cuando se trabaja desde casa. El teletrabajo no debe ser la única opción, pero sí una opción más para crear un entorno laboral inclusivo y flexible.
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