El telescopio espacial James Webb (JWST) ha revelado la historia de la galaxia Wolf–Lundmark–Melotte (WLM), ubicada a tres millones de años luz de la Tierra. Mediante un catálogo de la edad de las estrellas de esta galaxia, los investigadores han podido retroceder en el tiempo y descubrir los elementos que la componen. Se estima que algunas de las estrellas de WLM tienen cerca de 13.000 millones de años, lo que las convierte en estrellas de la historia primigenia del universo. A través del estudio de las estrellas de masa reducida de WLM, los astrónomos han podido trazar la historia de la galaxia, concluyendo que tuvo un periodo inicial de gran actividad formando nuevas estrellas, seguido de una reducción en la actividad y luego un aumento. Esta variación en la actividad se relaciona con las condiciones del universo inicial, que era más caliente y favorecía la rápida formación de estrellas. Los resultados de este estudio fueron posibles gracias a los datos proporcionados por el JWST, que ha permitido a los investigadores acercarse a objetos distantes como WLM. El descubrimiento de la historia de esta galaxia ancestral proporciona información valiosa sobre la evolución del universo y cómo se formaron las primeras estrellas. Este avance científico demuestra el poder del telescopio espacial James Webb para desvelar los misterios del cosmos.