El supervolcán de Yellowstone: ¿una oportunidad energética o un riesgo ambiental?

Este verano, un grupo de turistas en el Parque Nacional de Yellowstone vivió un susto cuando una explosión hidrotermal lanzó vapor de agua y rocas al aire. Este evento recordó el inmenso poder del supervolcán, que ha protagonizado tres supererupciones en los últimos dos millones de años. Yellowstone, ubicado en el noroeste de Wyoming, es el supervolcán más estudiado del mundo debido a la remota amenaza de una nueva erupción de alcance global.

Desde 2015, la caldera de Yellowstone ha experimentado un hundimiento de dos a tres centímetros anuales. En 2017, un grupo de investigadores liderados por el físico de la NASA, Brian Wilcox, propuso una solución para reducir el riesgo de una supererupción. La idea era abrir pozos alrededor de Yellowstone para bombear agua fría hacia la roca caliente del subsuelo. Esto no solo enfriaría la cámara de magma, sino que también permitiría aprovechar hasta 22 gigavatios de energía geotérmica por cada intrusión de 0,3 kilómetros cuadrados.

Sin embargo, esta propuesta enfrenta un gran obstáculo: sería ilegal. Los parques nacionales de Estados Unidos, incluido Yellowstone, están protegidos de explotaciones comerciales. La Ley de Vapor Geotérmico de 1970 prohíbe específicamente la instalación de plantas geotérmicas en Yellowstone, ya que introducir infraestructura energética podría alterar el ecosistema y el paisaje icónico del parque.

Un ejemplo negativo se dio en Nueva Zelanda, donde el desarrollo geotérmico en la cuenca de Wairakei llevó a la desaparición de 70 géiseres. Por otro lado, Islandia ha demostrado que es posible aprovechar la energía geotérmica sin causar daños significativos al medio ambiente, con el 90% de los hogares calentados geotérmicamente.

A pesar de las restricciones, la idea de aprovechar la energía de Yellowstone sigue viva. Un estudio de 2022 de la Universidad Purdue propone un enfoque más sostenible: instalar pilares de cobre que transporten el calor desde la cámara magmática hasta la superficie, minimizando el impacto ambiental. Este método podría generar más de 11 cuatrillones de vatios-hora de energía al año.

En resumen, Yellowstone representa una fuente de calor enorme que podría satisfacer las necesidades energéticas de Estados Unidos de forma limpia y sostenible. Sin embargo, su explotación sigue siendo inviable para proteger el entorno, considerado sagrado por los nativos de la zona.

Imagen: Xataka

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