Desde Ibiza, un grupo de seis personas ha sido detenido por intentar hacer un ‘simpa’, es decir, irse sin pagar una cuenta de 12.291 euros en un restaurante. La Policía Nacional ha acusado a un hombre británico y a cinco mujeres de un presunto delito de estafa. Su justificación fue que una séptima persona, quien había reservado, iba a cubrir la cuenta, pero había abandonado el local diez minutos antes.
La gran cantidad de bebidas alcohólicas consumidas no exime a los implicados de su responsabilidad. Según la Policía, negarse a pagar en un restaurante puede constituir un delito de estafa. Además, no existe un derecho del consumidor que permita irse sin pagar, independientemente de la insatisfacción con el servicio.
Si un cliente no está conforme, la única opción legal es presentar una hoja de reclamación y solicitar un reembolso. Los clientes tienen la obligación de pagar por los servicios y productos recibidos. No hacerlo puede considerarse una falta contra el patrimonio del establecimiento, que en casos como el de Ibiza puede llegar a ser un delito de hurto o estafa.
Desde la reforma del Código Penal de 2015, las penas por delitos de hurto o robo en establecimientos se han agravado. Se consideran delitos leves de estafa hasta 400 euros, con penas de 1 a 3 meses y responsabilidad civil. Si el ‘simpa’ supera los 50.000 euros, las penas pueden incluir multas de 6 a 12 meses y prisión de 1 a 6 años.
Imagen: Policía Nacional