La sarna, una enfermedad que se creía superada, ha vuelto a preocupar a los profesionales sanitarios en España. Según el 51 Congreso Nacional de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), los casos de sarna han aumentado hasta 20 veces desde el inicio de la pandemia. En la Comunidad de Madrid, los casos pasaron de 3.413 en 2018 a 18.352 en 2023. La sarna, causada por el ácaro Sarcoptes scabiei, provoca un picor intenso y se transmite por contacto directo y prolongado.
El aumento de casos se debe a varios factores, como el incremento de parejas sexuales entre los jóvenes y los cambios de comportamiento durante la pandemia. Además, la sarna no es una enfermedad de declaración obligatoria, lo que dificulta la obtención de datos oficiales. La única forma de tratarla es con una pomada de permetrina, aunque su eficacia está disminuyendo.
Los brotes de sarna se han quintuplicado en Madrid en los últimos seis años, afectando especialmente a residencias de la tercera edad, cuarteles, prisiones y colegios. La doctora María Velasco de SEIMC señala que la sarna prolifera en situaciones de calor y humedad, y que el hacinamiento y la vulnerabilidad social también contribuyen a su propagación.
Para prevenir la sarna, se recomienda evitar el contacto directo con personas infectadas y tratar preventivamente a quienes hayan tenido contacto íntimo con ellas. La doctora Cristina Galván advierte que es necesario mejorar las estrategias de diagnóstico y control para frenar esta ola de contagios.
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