La vuelta a la oficina está generando conflictos económicos entre empresas y empleados. Los costes del desplazamiento han aumentado debido a la inflación y el incremento de los costes energéticos. Esto ha llevado a un aumento en el precio de los alimentos y el transporte, haciendo que ir a la oficina sea más caro.
Los empleados no están contentos con esta situación. Una encuesta revela que el 45% de los empleados ha percibido el incremento en los costes de ir a la oficina. El 74% destaca el precio de la alimentación y el 48% menciona los precios de los carburantes. Ante esta presión, el 64% de los empleados considera pedir un aumento salarial y el 65% buscaría un nuevo empleo.
Los incrementos salariales han ayudado a mantener el poder adquisitivo de los empleados. El Salario Mínimo Interprofesional ha subido un 5% en 2024 y las empresas aplicarán un incremento salarial promedio del 3,5% en el mismo año.
Los directivos están dispuestos a asumir un incremento salarial para cubrir los gastos de los empleados y que vuelvan a la oficina. El 89% de los CEO españoles estarían dispuestos a hacerlo.
Además de los incrementos salariales, las empresas están ofreciendo bonos de comida o transporte para reducir el impacto económico de ir a la oficina. Están utilizando todas las herramientas a su alcance para retener el talento interno.
Imagen: Pexels (Yan Krukau)