El pequeño pueblo de Acquetico, ubicado en una zona montañosa al oeste de Italia, se vio afectado por el exceso de tráfico y conductores irrespetuosos. Ante esta situación, el alcalde decidió instalar un radar para controlar la velocidad de los vehículos. En tan solo 10 días, se registraron 58.000 infracciones de tráfico, lo que evidencia la gravedad del problema. Los conductores y motoristas que pasaban por el pueblo se excedían en la velocidad permitida, poniendo en peligro a los vecinos. Esta medida ha generado controversia, pero también ha logrado disminuir la velocidad de los vehículos y garantizar la seguridad de los habitantes de Acquetico.
Imagen: Comune di Pieve di Teco