El ambicioso proyecto The Line, impulsado por el gobierno de Arabia Saudí, está experimentando importantes recortes y desafíos. Este gigantesco edificio de 170 kilómetros de largo y tan alto como el Empire State Building, que se esperaba albergara a 1,5 millones de residentes para 2030, ahora prevé menos de 300.000 habitantes. Según Bloomberg, el príncipe heredero Mohammed bin Salman ha decidido reducir las expectativas del proyecto debido a problemas financieros y logísticos.
El proyecto Neom, con un presupuesto de 1,5 billones de dólares, incluye además una ciudad industrial, puertos y macrocomplejos turísticos. Sin embargo, la construcción de The Line ha generado controversia por su impacto ambiental. Expertos en arquitectura y medio ambiente advierten que las emisiones de CO2 de su construcción serían equivalentes a cuatro años de emisiones del Reino Unido.
A pesar de los desafíos, Arabia Saudí ha invertido 8.000 millones de dólares en parques solares y eólicos para producir hidrógeno verde, con el objetivo de convertirse en un líder mundial en energías limpias. La incertidumbre sobre el futuro de The Line persiste, pero el gobierno saudí sigue adelante con sus planes de transformar la economía del país y promover tecnologías sostenibles.
Imagen: ResortX
