La acumulación de sedimentos en los embalses es un problema estructural que afecta a la capacidad de almacenamiento de agua. Los expertos llevan años advirtiendo sobre esta situación, que se debe a los procesos de erosión y sedimentación. La falta de conocimiento sobre la velocidad de acumulación de sedimentos dificulta la estimación de cuánta agua nos queda. Algunos estudios indican que los embalses podrían haber perdido entre el 10 y el 40% de su capacidad debido a este fenómeno. Limpiar el lecho del embalse es una tarea costosa y complicada, por lo que la prevención es una mejor opción. Medidas como la construcción de diques previos al embalse o la reforestación pueden ayudar a contener los sedimentos río arriba. El abandono rural y los incendios también contribuyen a la acumulación de sedimentos. Es necesario tomar medidas para evitar que este problema estructural empeore y afecte aún más a nuestras reservas hídricas.
Imagen: Ray Raimundo