La acumulación de sedimentos en los embalses es un problema que lleva años preocupando a los expertos. A medida que los ríos transportan partículas de roca y materia orgánica, estas tienden a acumularse en los embalses, lo que reduce su capacidad de almacenamiento de agua. Sin embargo, no se sabe con certeza cuántos sedimentos se acumulan en cada embalse, lo que dificulta la estimación de cuánta agua nos queda. Algunos estudios han estimado que la pérdida de capacidad de los embalses españoles podría estar en torno al 5%, pero la falta de datos limita la precisión de estas estimaciones. Los expertos advierten que limpiar el lecho del embalse de sedimentos es una tarea costosa y complicada, por lo que la prevención es una mejor opción. Esto implica incorporar el conocimiento sobre la acumulación de sedimentos en el diseño de las infraestructuras y tomar medidas como la construcción de diques previos al embalse o la reforestación para contener los sedimentos río arriba. Además, el abandono rural y los incendios también contribuyen a la llegada de sedimentos a los embalses, por lo que combatir estos problemas también puede ayudar a mitigar el problema de la acumulación de sedimentos.
Imagen: Ray Raimundo