La nostalgia no solo alivia el dolor de la soledad, sino que nos permite afrontarla y seguir adelante. Investigaciones científicas respaldan que la nostalgia promueve el progreso, ayuda a solventar la insatisfacción y fomenta un sentimiento de esperanza. La reflexión nostálgica aumenta la sensación de inspiración, mejora la autoestima, impulsa la creatividad y fomenta la motivación para perseguir objetivos vitales. Además, la nostalgia puede contrarrestar la ansiedad y la inseguridad ante un mundo en constante cambio, fomentando la apertura al cambio y estimulando el pensamiento creativo. La mayoría de las personas utilizan sus recuerdos nostálgicos de forma constructiva para ayudarles a navegar por un mundo incierto y dinámico. La nostalgia puede ser una poderosa herramienta para mejorar nuestras vidas y hacer avanzar el progreso humano.
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