El reciente asesinato en masa en la Universidad Charles de Praga ha generado preocupación sobre la seguridad en la República Checa. A pesar de que los políticos checos presumen de tener uno de los países más seguros del mundo, este trágico incidente, junto con otros tiroteos en la última década, sugiere lo contrario. El tirador, un estudiante de 24 años, tenía licencia para poseer ocho armas, incluidas dos largas. Aunque no tenía antecedentes penales, logró llevar un arsenal de armas al edificio de la universidad sin ser detectado. La legislación sobre armas en la República Checa se considera liberal en Europa, permitiendo a las personas el derecho a defenderse con armas. Sin embargo, se están considerando cambios en la ley para prevenir futuros incidentes. A pesar de esto, el ministro del Interior señaló que incluso la mejor legislación no puede evitar que alguien decida cometer un acto violento. Este no es el primer tiroteo en masa en la República Checa, lo que ha llevado a un debate sobre la seguridad y la necesidad de endurecer las leyes de armas en el país.
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