El Pentágono ha dado marcha atrás en su plan de pagar a Intel 2.500 millones de dólares para fabricar semiconductores avanzados para aplicaciones de defensa e inteligencia. Aunque no se conocen los motivos exactos de esta decisión, el Departamento de Comercio está evaluando la posibilidad de que Intel reserve una zona restringida en algunas de sus plantas de fabricación de chips para la producción de chips para aplicaciones de defensa e inteligencia. Esta decisión ha generado controversia, ya que GlobalFoundries, competidor de Intel, también está recibiendo subvenciones del gobierno y ha presentado una queja al respecto. Aunque la decisión está siendo evaluada, parece poco probable que quede en agua de borrajas.
Imagen: David B. Gleason