El ‘verde de París’, un pigmento tóxico utilizado en libros antiguos, ha llevado a varias universidades a retirar ejemplares de sus bibliotecas. Aunque la exposición al compuesto es baja y controlada, puede provocar síntomas como mareos, dolor de cabeza y vómitos. Sin embargo, la intoxicación crónica por arsénico en este caso sería inviable. A pesar de ello, el contacto con el arsénico en otras circunstancias puede resultar muy peligroso, causando intoxicación aguda o crónica, y aumentando el riesgo de cáncer. El arsénico no es el único elemento tóxico utilizado en el pasado, ya que también se empleaban pinturas con plomo y compuestos de mercurio. Aunque el arsénico ya no se utiliza, sigue presente en algunos objetos, como los libros antiguos, y puede suponer un problema en bibliotecas con una gran cantidad de ejemplares históricos.
Imagen: BIBLIOTECA NACIONAL DE AUSTRIA