La llegada de la inteligencia artificial ha revolucionado el mundo, pero también ha traído consigo técnicas peligrosas como el deepfake. Esta tecnología permite crear vídeos e imágenes falsos de personas, utilizando algoritmos de aprendizaje no supervisados, lo que hace difícil discernir la realidad de la ficción.
Recientemente, un alto ejecutivo de Ferrari fue víctima de un intento de estafa mediante esta técnica. Comenzó a recibir mensajes urgentes que supuestamente provenían del CEO de la compañía, Benedetto Vigna. Los mensajes, que incluían referencias a adquisiciones y acuerdos de confidencialidad, fueron enviados desde un número diferente al del CEO, pero la foto de perfil mostraba a Vigna.
La situación se tornó más sospechosa cuando el ejecutivo recibió una llamada de voz que imitaba casi perfectamente la de su superior. En esta llamada, se le solicitaba realizar una transacción comercial confidencial relacionada con China. Sin embargo, el ejecutivo, alerta ante la situación, decidió hacer una pregunta personal para verificar la identidad del interlocutor: “¿Cómo se titulaba el libro que me recomendaste el otro día?”. La respuesta no llegó, lo que destapó el intento de engaño.
Tras este incidente, Ferrari ha iniciado una investigación interna. Este caso no es aislado, ya que cada vez más empresas están siendo víctimas de estafas similares, perdiendo grandes sumas de dinero o exponiendo información sensible. Un ejemplo alarmante ocurrió en febrero, cuando un trabajador de una multinacional en Hong Kong fue engañado para transferir 25 millones de dólares a estafadores que utilizaron tecnología deepfake en una videoconferencia.
Los expertos advierten que el uso de deepfakes seguirá en aumento, lo que ha llevado a muchas grandes compañías a probar software que pueda detectar este tipo de fraudes.
Imagen: Motorpasión