El Parlamento Europeo ha aprobado un nuevo reglamento antimorosidad que busca proteger a los autónomos y a las PYMES contra los impagos. Este reglamento establece plazos de pago claros de hasta 30 días y recargos obligatorios para los clientes que no cumplan con estos plazos. Además, promueve la facturación electrónica y establece organismos de vigilancia independientes para garantizar el cumplimiento.
Plazos de pago y recargos obligatorios
El nuevo reglamento establece un plazo máximo de 30 días para el pago de facturas entre autónomos y empresas. Este plazo puede extenderse a 60 días si ambas partes están de acuerdo y esto se especifica en un contrato por escrito. Para ciertos sectores, como el comercio minorista con baja rotación de mercancías, el plazo puede ser de hasta 120 días. Además, se establecen recargos obligatorios para los clientes que no pagan a tiempo, los cuales varían según el monto de la factura.
Promoción de la facturación electrónica
El reglamento promueve el uso de la facturación electrónica como una herramienta para reducir los plazos de pago y demostrar la fecha de recepción de las facturas en caso de disputa. Se sugiere que la facturación electrónica puede agilizar el proceso y evitar retrasos innecesarios.
Organismos de vigilancia independientes
Para garantizar el cumplimiento del reglamento, los Estados miembros deben crear organismos independientes que actúen como intermediarios y gestionen el proceso de reclamación de deudas. Estos organismos supervisarán el cumplimiento del reglamento y aplicarán las sanciones necesarias. En algunos países, como España, las Cámaras de Comercio podrían asumir este papel, lo que podría mejorar la eficiencia y transparencia del proceso.
En conclusión, el nuevo reglamento antimorosidad aprobado por el Parlamento Europeo busca proteger a los autónomos y a las PYMES contra los impagos. Establece plazos de pago claros, recargos obligatorios y promueve la facturación electrónica. Además, establece organismos de vigilancia independientes para garantizar el cumplimiento. Aunque se espera que este reglamento tenga un impacto positivo en la protección de los autónomos y las PYMES, algunos expertos sugieren que podría beneficiarse de un régimen sancionador más específico.
Imagen: Business Insider