El Parlamento Europeo ha aprobado reforzar el derecho a reparar de los consumidores, facilitando el arreglo de productos como el coche eléctrico y ampliando la garantía legal de los bienes reparados en un año. Esta medida busca combatir la eliminación prematura de bienes de consumo, que genera altos costos económicos y ambientales.
Según la Comisión Europea, los consumidores pierden alrededor de 12.000 millones de euros al año debido a la eliminación prematura de productos, lo que también produce una gran cantidad de emisiones de CO2 y residuos. En el caso del coche eléctrico, se estima que para 2030 habrá cerca de 147.000 baterías que necesitarán repararse o reciclarse.
La nueva normativa garantiza que los fabricantes presten servicios de reparación rentables e informen a los consumidores sobre su derecho a la reparación. Además, se amplía la garantía legal en 12 meses si se opta por la reparación, se facilita el acceso a las piezas de repuesto y se garantizan arreglos más sencillos, baratos y rápidos.
Los fabricantes también estarán obligados a poner a disposición de los consumidores piezas de recambio y herramientas a un precio razonable, y se les prohibirá utilizar cláusulas contractuales o técnicas que impidan la reparación de bienes. No podrán impedir el uso de repuestos de segunda mano o impresos en 3D por talleres de reparación independientes.
Para facilitar la reparación, se creará una plataforma europea en línea con secciones nacionales que ayudará a los consumidores a encontrar talleres de reparación locales, vendedores de productos reacondicionados y compradores de artículos defectuosos. Además, cada Estado miembro deberá implementar al menos una medida para promover la reparación, como vales y fondos de reparación, campañas de información o cursos de reparación.
Imagen: Motorpasión