Los gusanos, a menudo considerados invertebrados insignificantes, desempeñan un papel fundamental en la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad. Un reciente estudio de la Universidad Johns Hopkins, publicado en la revista Geochimica et Cosmochimica Acta, revela que estos organismos fueron determinantes en el ‘Gran Evento de Biodiversificación del Ordovícico’, un período de 30 millones de años que generó innumerables especies nuevas.
Los investigadores descubrieron que las galerías de gusanos prehistóricos en los fondos oceánicos liberaron oxígeno al océano y la atmósfera, desencadenando una cadena de eventos que favorecieron la biodiversidad. Este hallazgo desafía las suposiciones anteriores sobre la relación entre la pirita y la mezcla de sedimentos, mostrando que los niveles de oxígeno se mantuvieron estables durante millones de años.
Además, los gusanos actuales continúan siendo esenciales para los ecosistemas. Las lombrices de tierra, por ejemplo, son consideradas ‘ingenieros de los ecosistemas’ debido a su capacidad para modificar el suelo y crear nuevos hábitats. Al fabricar sus galerías, mejoran las propiedades hídricas y la estructura del suelo, facilitando la descomposición de la materia orgánica y haciendo los nutrientes más asimilables para las plantas. Esto resulta en cosechas más productivas y suelos más saludables.
En resumen, los gusanos no solo han sido cruciales en eventos evolutivos pasados, sino que siguen desempeñando un papel vital en la salud de los ecosistemas actuales, beneficiando tanto a la biodiversidad como al ser humano.
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