El estereotipo de la «señora de los gatos» ha sido un personaje recurrente en la cultura pop, desde Eleanor Abernathy en Los Simpson hasta figuras históricas y literarias. Este término, a menudo utilizado de manera despectiva, se ha empleado para describir a mujeres sin hijos que viven con gatos, sugiriendo que su vida carece de otros significados. Recientemente, el senador J.D. Vance utilizó esta frase para referirse a la vicepresidenta Kamala Harris y otros políticos sin hijos biológicos, lo que ha generado controversia.
El origen de este estereotipo se remonta al antiguo Egipto, donde los gatos simbolizaban la feminidad y el poder. Sin embargo, en la Europa medieval, los gatos y las mujeres independientes comenzaron a ser vistos con sospecha. Este estereotipo se consolidó en el siglo XVIII, cuando las mujeres solteras eran vistas como una carga para sus familias y la sociedad.
En la literatura, personajes como la señorita Havisham de Grandes esperanzas de Charles Dickens y la señorita Bates de Emma de Jane Austen, contribuyeron a la imagen de la solterona excéntrica y solitaria. En el siglo XIX, los opositores al sufragio femenino también utilizaron imágenes de gatos para ridiculizar a las mujeres que luchaban por sus derechos.
A pesar de su connotación negativa, muchas mujeres han reivindicado el término «señora de los gatos». Las sufragistas adoptaron la imagen del gato como símbolo de su lucha, y hoy en día, el término se utiliza con orgullo en camisetas, blogs y negocios. Celebridades como Taylor Swift, conocida amante de los gatos, han ayudado a cambiar la percepción de este estereotipo.
El uso de la frase por parte de Vance ha sido criticado por figuras públicas como Jennifer Aniston y la familia de Kamala Harris, quienes defienden que no tener hijos es una elección válida y que el amor por los gatos no define la valía de una persona. La controversia ha unido a los amantes de los gatos en defensa de Harris y contra la misoginia implícita en el término.