El debate de la independencia lleva décadas enquistado en Texas. Hasta dos veces el Estado sureño ha buscado la secesión: en 1836, cuando lucharon para independizarse de México y en 1861, cuando se unió a los demás estados de la Confederación para abandonar los Estados Unidos. Recientemente, la crisis migratoria ha impulsado el movimiento separatista conocido como ‘Texit’, que busca declarar a Texas como un estado independiente y soberano. La administración Biden y el gobernador de Texas, Greg Abbott, han estado en conflicto debido al control de las fuerzas militares y el acceso a la policía federal de fronteras. Las encuestas muestran que el 44% de los votantes se sienten más propensos a apoyar la independencia de Texas debido a la crisis migratoria. Además, organizaciones ultranacionalistas como ‘El ejército de Dios’ han ganado fuerza y han perpetrado actos de violencia en el país. Aunque la independencia de Texas sería legalmente complicada, los separatistas buscan inspiración en el movimiento independentista catalán. Argumentan que están frustrados con la forma en que se gasta el dinero de sus impuestos a nivel federal. Texas es una de las regiones más ricas de Estados Unidos y tiene el segundo PIB más alto del país. El movimiento independentista en Texas está ganando impulso debido a la crisis migratoria y busca seguir el ejemplo de Cataluña en su lucha por la independencia.
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