En febrero de este año, el Acuario y Laboratorio de Tiburones en Hendersonville, Carolina del Norte, anunció que su raya redonda hembra, Charlotte, estaba embarazada. Lo sorprendente era que no había machos en el tanque. La noticia se hizo viral rápidamente, ya que no se conocían casos similares.
El personal del acuario explicó que Charlotte tenía entre 12 y 14 años y no había estado con una pareja en más de ocho años. La raya compartía su tanque de 830 litros con dos tiburones bambú, lo que llevó a la primera teoría: ¿podría haberse apareado con un tiburón? Aunque ambas especies son elasmobranquios, no hay casos documentados de híbridos entre tiburones y rayas.
La segunda teoría fue la partenogénesis, un proceso de reproducción asexual en el que una hembra produce óvulos que se desarrollan sin fertilización. Aunque es raro en rayas, esta teoría parecía más probable. Sin embargo, los investigadores necesitaban esperar a que nacieran las crías para realizar pruebas de ADN.
Finalmente, el acuario actualizó la situación: Charlotte no estaba embarazada. Tras una serie de pruebas, se descubrió que tenía una rara enfermedad reproductiva que afectaba su sistema reproductivo. Esta enfermedad, documentada en un estudio de 2019, causa un útero agrandado y ovarios quísticos, síntomas que pueden confundirse con un embarazo.
El acuario está trabajando con veterinarios y especialistas para comprender mejor esta enfermedad y encontrar opciones de tratamiento para Charlotte. Aunque el caso es triste, esperan que contribuya positivamente a la ciencia y beneficie a otras rayas en el futuro.
Imagen: JoshBerglund19, Acuario de Hendersonville, Steve Jurvetson