El Ministerio de Sanidad quiere retomar el plan integral contra el tabaquismo y adaptar esa estrategia a los nuevos hábitos y adicciones, incluyendo los cigarrillos electrónicos. El objetivo es alcanzar la primera generación libre de humo. Aunque la industria se resiste, el Ministerio insiste en equiparar los vapeadores al tabaco normal, especialmente aquellos que contienen nicotina. El consumo de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes es preocupante, ya que más de la mitad de los estudiantes reconocen haberlos utilizado, y un porcentaje significativo ha consumido dispositivos con nicotina y/o cannabis. El Ministerio también está tomando medidas en cuanto a la regulación y el precio de los cigarrillos electrónicos, siguiendo el ejemplo de otros países como Francia y Reino Unido. Además, se está trabajando en aumentar el precio del tabaco, ya que es una estrategia efectiva para reducir el consumo. A pesar de las presiones de la industria, el Ministerio está decidido a priorizar la salud en la lucha contra el tabaquismo.
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