El Metro de París, construido en 1900 y que transporta casi cuatro millones de pasajeros al día, no da abasto para satisfacer las exigencias de los desplazamientos modernos. Sin embargo, se avecinan cambios a gran escala con la llegada del Grand Paris Express, un nuevo sistema de 200 kilómetros que añadirá cuatro líneas y 68 estaciones nuevas a la red. Estas líneas conectarán principalmente las ciudades suburbanas sin atravesar la densamente poblada ciudad de París, añadiendo anillos exteriores a un mapa subterráneo de París que, hasta ahora, se componía de 14 líneas que salen del centro como radios. El proyecto, que comenzó en 2016, es el mayor proyecto de infraestructura civil en Europa y se espera que reduzca significativamente el tiempo de transporte público de un barrio a otro y el uso del automóvil entre los habitantes de la región del Gran París. Además, el Grand Paris Express utilizará trenes sin conductor para crear una red de transporte rápido totalmente automatizada. Aunque ha habido retrasos en la construcción, se espera que las nuevas líneas estén operativas a tiempo para los Juegos Olímpicos de 2024, que se celebrarán en su mayoría en los alrededores de París. Con estas mejoras, París se sitúa a la vanguardia de las redes de transporte público urbano, buscando reducir el impacto ambiental y fomentar la interconectividad suburbana. Sin duda, estas mejoras aumentarán el atractivo de la capital francesa y acortarán las distancias para los parisinos y visitantes.