El Mar Menor, la mayor albufera salada de España, se encuentra en una situación crítica debido a décadas de desgobierno y falta de protección medioambiental. A pesar de la aprobación de un Plan de Gestión Integral, la laguna ha sufrido una grave degradación que ha llevado a la muerte de miles de peces y crustáceos en sus playas. Ante esta situación, expertos de todo el país se han reunido en un congreso para analizar los factores que han contribuido a esta degradación y buscar soluciones.
Uno de los principales problemas es el impacto de la agricultura en la zona, que ha generado una gran cantidad de fertilizantes que acaban en la laguna a través de las lluvias torrenciales. Para solucionar este problema, se plantea la necesidad de reordenar integralmente toda la comarca, implementando medidas que ordenen la agricultura y recuperen la red de drenaje que protegía la albufera. Además, el cambio climático también está contribuyendo a empeorar la situación.
Entre las propuestas para salvar al Mar Menor se encuentran renaturalizar las parcelas cercanas al litoral, dedicar un porcentaje del paisaje agrícola a vegetación natural o seminatural, y crear una red de setos de hasta 10.000 kilómetros lineales para controlar los arrastres. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y las nuevas normativas, la situación sigue siendo crítica y no se ha logrado salvar la laguna.
Aunque existen motivos para ser optimistas, como las nuevas normativas europeas y el cambio en la correlación de fuerzas, que ha llevado a que zonas turísticas también se vean afectadas por la degradación, es necesario tomar medidas urgentes para proteger el Mar Menor y evitar su desaparición.
Imagen: massimo_b