Al sur de El Hierro, el Mar de las Calmas se presenta como un refugio de tranquilidad, resguardado de los vientos alisios y corrientes marinas. Sin embargo, bajo su manto azul, se esconden fondos abruptos y profundos que albergan una rica vida marina. Este paraíso volcánico submarino es hogar de corales, esponjas de cristal, tortugas marinas, ostras gigantes, tiburones y cetáceos, además de un volcán de reciente creación, el Tagoro, que emergió en 2011.
Recientemente, el Consejo de Ministros ha reconocido la singularidad de este ecosistema y ha aprobado la propuesta para convertirlo en el primer parque nacional de carácter exclusivamente marino del país. A diferencia de los parques de Cabrera (Baleares) y de las Islas Atlánticas (Galicia), que son marítimo-terrestres, el Mar de las Calmas se destaca por su extensión de más de 24.000 hectáreas y su alto valor natural.
El Ministerio para la Transición Ecológica considera que este nuevo parque nacional enriquecerá la red de parques al incluir sistemas naturales asociados a emanaciones gaseosas submarinas, como las del volcán Tagoro. Además, se reforzará la presencia de otros sistemas naturales destacados, como veriles, escarpes y bajos rocosos, así como áreas pelágicas que son hábitats de cetáceos y grandes peces migratorios.
Las poblaciones de la zona, aún en estudio, han revelado sorpresas, como la presencia de una de las comunidades más importantes del mundo de zifios o ballenas picudas. También se pueden avistar corales, gorgonias, esponjas de cristal, cachalotes, tiburones ballena y mantas, junto a otras especies típicas del área litoral.
La inclusión del Mar de las Calmas como parque nacional era una petición histórica de grupos como WWF, que consideran que este ecosistema bien preservado y de gran interés no estaba representado en la red de Parques Nacionales.
Imagen: David barrio/wwf
