El Louvre, uno de los museos más visitados del mundo, está planeando trasladar la Mona Lisa a una nueva sala en el sótano del museo. La decisión se debe a la gran afluencia de visitantes que acuden a ver la famosa pintura, lo que ha generado problemas de masificación y decepción entre los visitantes. La nueva ubicación contará con un cristal de seguridad y dos puntos de entrada subterráneos, uno exclusivo para la Mona Lisa y otro para exposiciones temporales.
La Mona Lisa, que tiene un valor estimado de 870 millones de dólares, atrae a alrededor de 30.000 personas al día, lo que ha generado largas colas y esperas para los visitantes. El museo ha recibido críticas por la falta de organización y la experiencia negativa que supone para los turistas. Anteriormente, se habían propuesto medidas como limitar la asistencia diaria y establecer horarios programados, pero ahora se ha decidido trasladar la pintura a una sala propia para solucionar el problema de la masificación.
El cambio de ubicación de la Mona Lisa ha generado controversia y especulaciones sobre cómo afectará a la obra. Algunos sugieren que se podría incluir una sala específica con una versión de la pintura para que los turistas puedan tomarse selfies sin afectar a la original. Sin embargo, el museo aún no ha confirmado si se llevará a cabo esta propuesta.
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