El IPC en España se acelera en enero debido al aumento de los precios de la electricidad y el gas

El repliegue parcial desde el inicio del año de las ayudas fiscales en el IVA para mantener a raya el recibo de la luz y el gas fueron el principal factor explicativo del repunte del IPC en el mes de enero, en el que se aceleró hasta el 3,4% desde el 3,1% en que cerró el año 2023. Según la información difundida por el INE este lunes, ese elemento explica dos de las tres décimas de la subida que experimentó el indicador en el arranque del año. El precio de la electricidad, que de haberse mantenido el marco fiscal vigente a 31 de diciembre se movería en una subida del 4,8% respecto a la situación de doce meses antes, se aceleró un 9,6% en enero; en tanto que en el caso del gas la caída del 23,3% respecto a enero de 2023 que marcaría en ausencia de medidas fiscales se quedó en una del 18,7%. Como consecuencia de ello, la evolución del IPC, que llevaba cerca de tres años determinada por las medidas fiscales adoptadas por el Gobierno, mostró un perfil más acelerado hasta el 3,4%, lo que augura un ensanchamiento de la brecha con el resto de economías del euro. El IPC comienza el año con nuevas subidas. Tras dos meses de descanso para el bolsillo de los españoles, el Instituto Nacional de Estadística confirma que la inflación vuelve a incrementar. Esta vez lo hace, sin sorpresa, debido a la retirada parcial de las rebajas fiscales a la energía, y se sitúa en el 3,4% en el primer mes de 2024. Así, la subida de precios se explica por un aumento del coste de la electricidad compensado con la bajada de los carburantes. Los alimentos, aunque siguen en niveles elevados, «continúan la senda de normalización». Es decir, que aunque siguen aumentando de precio, lo hacen en menor medida, al 7,4%. Cabe recordar que el año pasado, la alimentación alcanzó su máximo incremento en el mes de febrero llegando al 16,6%. Los alimentos y la factura energética movieron al alza el IPC de enero pese a la entrada en vigor de un ajuste estadística impulsado por el INE que reduce el peso de los alimentos y de los suministros básicos de la vivienda, como la luz, el agua y el gas, en el índice, a cambio de dar un mayor peso a los componentes de ocio y cultura, de transporte y de gasto en hoteles y restaurantes, según explica Estadística para adaptar el indicador de la inflación a las nuevas pautas de consumo detectadas. La inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y energía, ha seguido reduciéndose en enero, dos décimas más hasta el 3,6%, lo que supone la menor tasa desde marzo de 2022. Desde el pasado 1 de enero, el tipo de IVA aplicable al recibo de la luz ha pasado del 5% al 10%, el tipo del Impuesto Especial sobre la Electricidad está en el 2,5% frente al 0,5% en que permaneció durante un año y el Impuesto sobre el Valor de Producción de la Energía Eléctrica se ha reactivado con un tipo del 3,5% y, según la nota difundida por el INE, esto ha coincidido con una subida de los precios de la electricidad que es la que explica la evolución del IPC.

Imagen: Jaime García

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