Los asistentes de voz como Alexa, Siri y Google Assistant han revolucionado la manera en que interactuamos con la tecnología, facilitando tareas diarias con solo un comando de voz. Sin embargo, su uso continuado y la constante necesidad de estar conectados pueden tener un impacto significativo en tu factura de electricidad.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado sobre el consumo energético de estos dispositivos. Sorprendentemente, incluso en reposo, pueden representar un consumo significativo. Según la OCU, los asistentes de voz consumen aproximadamente 26 kilovatios hora al año en reposo, lo que equivale a un gasto de 24 euros anuales. Este consumo los coloca justo detrás de las calderas de gas, que consumen alrededor de 27 kilovatios hora al año en reposo.
El consumo energético de los asistentes de voz varía según la frecuencia de uso, las tareas que realizan, las actualizaciones y el tipo de dispositivo. Por ejemplo, los dispositivos con pantallas suelen consumir más energía que los modelos solo de audio.
Para reducir el consumo energético, puedes desenchufar los asistentes de voz cuando no los necesites, utilizar enchufes inteligentes para cortar el suministro de energía y ajustar la configuración de los dispositivos para minimizar el consumo. Además, mantener los dispositivos actualizados puede incluir optimizaciones de eficiencia energética.
El uso de asistentes de voz no solo afecta tu factura de electricidad, sino que también contribuye a la huella de carbono global. Reducir el consumo energético en casa ayuda a disminuir esta huella, lo que es beneficioso tanto para tu economía como para el medio ambiente.
Imagen: Business Insider